La Corte Suprema
rechazó un recurso de unificación de jurisprudencia y determinó que las empresas no pueden reemplazar a
trabajadores en huelga con el traslado de personal interno.
En fallo dividido (causa rol 3514-2014), la Cuarta Sala del
máximo tribunal –integrada por los ministros Juan Eduardo Fuentes, Ricardo
Blanco y Carlos Cerda; además de los abogados (i) Arturo Prado y Raúl Lecaros–
rechazó la acción judicial presentado en el juicio por tutela laboral entablado
entre el sindicato de trabajadores y la empresa Promolinks S.A., por prácticas
antisindicales.
La resolución del máximo tribunal ratifica la sentencia dictada
en la causa (rol 1579-2013) por la Décima Sala de la Corte de Apelaciones de
Santiago –integrada por los ministros Teresa Figueroa, Tita Aránguiz y la
abogada (i) Andrea Muñoz–, que aplicó una multa de 150 UTM a la empresa.
Según
el fallo de la Corte Suprema, el derecho a huelga de los trabajadores –tanto en
la legislación nacional como internacional– es de carácter irrenunciable y con
expresa prohibición de legislar para abolirlo.
"La escueta evolución del tratamiento del derecho a la
huelga, abordada desde el fundamento supra 13°, revela que a partir de mediados
del siglo XX la comunidad interamericana se compromete con el derecho a la huelga
de los trabajadores; que impone a los Estados Partes el deber de respetarlo;
que lo privilegia con el halo de la irrenunciabilidad; y que prohíbe regularlo mediante leyes que
terminen por abolirlo. Entretanto, en el Chile contemporáneo comienza mirándoselo
con desconfianza, como un mal necesario que hay que formalizar, empero en lo
posible no practicar; para evolucionar hacia una cierta tolerancia o mayor
permisividad; y rematar con un discurso acorde con los parámetros de ese
derecho universal al que el país se halla adscrito, consciente de los severos
supra controles a que está sujeto. Para los efectos exegéticos de nuestra
preocupación, lo rescatable viene siendo la constatación de una tendencia
histórico-normativa hacia la plena
reafirmación de la huelga como principio básico del catálogo de derechos
económicos sociales y culturales y como prerrogativa irrenunciable del derecho
laboral, aunque por sí solo este elemento hermenéutico no nos aporte de
manera determinante en punto a la legitimidad del reemplazo en las
circunstancias inicialmente descritas", sostiene el fallo.
La resolución agrega que "debe dejarse en claro que la circunstancia de no existir en la carta
fundamental una disposición explícitamente consagratoria del derecho a la
huelga no quiere decir, como también se adelantó, que ella no garantice ese
derecho, por cuanto al vedarlo de la manera que lo hace en el acápite 16° de su
artículo 19 únicamente respecto de sectores o entes determinados, obviamente
consagra una excepción que conlleva la regla general permisiva. Así, el
prisma semántico conduce, forzosamente, por la vía del a contrario sensu, a aseverar que el derecho ha quedado de
esa manera implícito en el catálogo protector".
"Se constata que de las dos maneras de aprehender el sentido
más profundo y holístico del discurso legal del tantas veces mencionado
artículo 381 del Código del Trabajo, la balanza se inclina en favor del que cierra absolutamente las puertas a toda
suerte de reemplazo de los trabajadores en huelga, aún, por cierto, el
consistente en traer desde otros lugares de la misma cadena en conflicto,
trabajadores que releven a los paralizados, conclusión ésta que sin
pretenderse invalidadora de la postura plasmada en las sentencias de cotejo, es
fruto del empleo consciente y responsable de las fuentes que alimentan el
juicio jurisdiccional, para discernir con el mejor de los grados de acierto
posible, cuál sea la línea que en asuntos tan importantes para la convivencia
social convenga asuman los tribunales".
El
fallo se adoptó con los votos en contra de los abogados Prado y
Lecaros, quienes estuvieron por acoger el recurso de unificación de
jurisprudencia al considerar que las empresas tienen derecho a reemplazar a
trabajadores con personal trasladado desde otras unidades.
"Es en la orientación ya indicada que ha de procurarse el
sentido del reemplazo prohibido en el artículo 381 del Código del Trabajo,
delimitándolo dentro del contexto de la normativa en la que se contiene, es
decir, a propósito de una instancia no deseada, atendidas las perniciosas
consecuencias que trae consigo, por lo tanto, debe entenderse que lo que la ley impide –salvo en las
condiciones excepcionales que ella misma regula– es la contratación de nuevos
trabajadores para desempeñar las funciones de aquéllos que han declarado la
huelga y no la reasignación de funciones. Es decir, ha de tratarse de personal ajeno a la empresa. Que, en
consecuencia, en la situación fáctica de que dan cuenta estos antecedentes,
esto es, que la denunciada trasladó empleados que le prestaban servicios en una
de sus sedes, para que desempeñaran las funciones de los trabajadores que en
ese momento se encontraban en huelga en otra u otras distintas, no se ha producido la figura que sanciona
el artículo 381 del Código del Trabajo, desde que no se trata, como se dijo, de
nuevas contrataciones", opinan los disidentes.
**Fuente: www.pjud.cl
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